domingo, 30 de junio de 2013

Por ofertas muy altas, volverían a demorarse obras en el Sarmiento

 Las propuestas de dos consorcios excedieron largamente el presupuesto oficial. El Gobierno estudia anularlas para avanzar en una contratación directa pero con obras de menor complejidad.

La licitación del nuevo “sistema de señalamiento y detección automática de trenes” de la línea Sarmiento se topó con un serio escollo económico que podría sumar otra demora a la ejecución de la obra clave que hubiera podido evitar las tragedias de Once y Castelar.
En la apertura de ofertas realizadas en la Casa Rosada, el Gobierno recibió dos propuestas económicas que superan ampliamente el presupuesto oficial y ahora no descarta dar de baja el proceso licitatorio y salir a contratar la obra en forma directa.
Tras varios meses de demora, ayer la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) –que depende del ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo– procedió a abrir los sobres económicos de los dos competidores que quedaron en carrera para instalar el nuevo sistema de señalamiento.
En medio de la sorpresa y desazón de los funcionarios, las ofertas que fueron entre un 37% y 43% más caras que el precio de referencia de la obra que había sido fijado en $ 654 millones.
El consorcio integrado por la constructora local Roggio y la francesa Thales cotizó $ 899 millones sin IVA. En tanto, el otro consorcio interesado conformado por la local EMEPA y el grupo frances Alstom pasó un precio de $ 997 millones sin IVA.
Si bien la comisión evaluadora de la ADIF se tomará ahora unos días para analizar las propuestas, en el área de Transporte ya tendrían previsto dar por caída la licitación por las ofertas excesivas e implementar de inmediato un “plan B” de contratación directa de las obras.
Tal como anticipó Clarín ayer, el camino que seguiría la cartera de Randazzo consiste en priorizar la instalación de un “mecanismo automático” de detección trenes yrelegar la modernización integral del sistema de señalamiento.
En las últimas semanas, los funcionarios ya habrían recibido en forma extraoficial tres propuestas de “protección automática” para evitar las colisiones de trenes por error de los maquinistas y violación de señales.
Una de ellas es de una compañía inglesa para colocar un mecanismo simple de “Stop-Tren” como el que existen en varias líneas de Gran Bretaña.
Otra proviene de firmas locales para instalar un equipamiento de detección de formaciones similar al de la línea H de subtes.
Y la tercera opción, es una oferta de la compañía china CRSR. Esta compañía –que proveyó los señalamientos de todas las líneas de alta velocidad de China– habría presentado dos variantes: un mecanismo de detección automática que estaría operativo en pocos meses y un sistema integral de señalamiento que demandaría casi dos años de trabajos.
En cualquier caso, la contratación se haría en forma directa y sin licitación.
Desde 2003 hasta ahora, la administración kirchnerista llevó adelante dos procesos licitatorios para modernizar el señalamiento del Sarmiento que tiene más de 60 años de antigüedad.
La primera licitación estuvo a cargo del polémico Ricardo Jaime. En 2006, le adjudicó el proyecto en $ 291 millones a un consorcio liderado por Siemens que sólo ejecutó un 4% del contrato. De haberse cumplido los plazos, el Sarmiento hubiera podido contar con un nuevo sistema de señalamiento a mediados de 2011.

fuente: Ieco 

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