Las demoras y el estado de los trenes, principales reclamos de los
pasajeros.
Grupos de usuarios autoconvocados en las redes sociales armaron un ranking
de quejas que encabezan la frecuencia irregular y la falta de mantenimiento de
las formaciones. Y a 18 meses de la tragedia de Once, también piden más
seguridad.
Trenes con frecuencia
irregular y demoras imposibles de calcular. Vagones destruidos,
con notable falta de mantenimiento, y sucios. Y, sobre todo, falta
de seguridad para los que viajan. Ayer se cumplió un año y medio de la tragedia
de Once que dejó 51 muertos y más de 700 heridos y, a pesar del tiempo transcurrido,
los usuarios del Sarmiento sienten y denuncian que esos tres problemas
encabezan la lista de las demandas más urgentes en el ramal que
une Once y Moreno. Dicen que no tienen respuestas oficiales a sus reclamos, que
se sienten ignorados por las autoridades que administran y por las que
controlan. Y que con todo eso encima enfrentan a diario esa sensación de no
saber cuándo ni cómo van a llegar a destino.
El ranking surge de
una encuesta que Clarín realizó entre varios
grupos de usuarios que se movilizan para reclamar mejoras para el Sarmiento.
Estos grupos, que nacieron de manera espontánea después del choque del tren del
22 de febrero de 2012, utilizan las redes sociales para informar el
estado del servicio y crecen cada vez más como comunidad. Por ellos pasa
hoy la verdadera auditoría del servicio. En Twitter, por
ejemplo, sólo entre las tres principales cuentas que se “ocupan del Sarmiento”
suman casi 6.000 seguidores y más de 17.000 tuits sobre esa línea. ¿De qué
hablan? Informan y reproducen el estado del servicio, los problemas, y las
quejas. Incluso suman fotodenuncias y advierten si
el servicio queda suspendido para que el pasajero sepa cómo viajar. Muchas
veces esa información llega antes que a los medios tradicionales. En
esa red, @trenes_deloeste (que también tiene un blog: www.
trenesdeloeste.blogspot.com) recibe denuncias a diario sobre todo por las
frecuencias, que vienen muy estiradas. “Los trenes van muy lentos, antes un viaje entre Once-Moreno se hacía en 55 minutos, ahora demanda
una hora y media cuando funciona bien", explicaron. Hoy, la cuenta
tiene más de 1.400 seguidores y casi 15.000 tweets que aportan los usuarios.
En Fabebook está Un
Sarmientista, otro usuario que convoca atención permanente. "Hoy sólo hay
rodando una docena de las 24 formaciones que tenía el Sarmiento hasta hace
pocos años. Y eso provoca demoras de 15 minutos en hora pico y de media hora en horarios no pico, por eso se viaja muy apretado",
explicaron.Y agregaron que, sobre este tema, la UGOMS (la empresa mixta estatal
y privada que administra el Sarmiento después de que le quitaran la concesión a
TBA) dice que es por la ejecución de obras. "Pero la verdad es una tortura
viajar una hora a 20 km/h apretado sin poder siquiera sacar el celular del
bolsillo”. Según denuncian desde los grupos de Twitter y Facebook, hoy no se cumplen los horarios publicados: “Y a veces el tren tarda 25 minutos en
venir y luego en un lapso de cinco minutos aparecen dos formaciones más,
juntas. Y nadie sabe cuando volverán los trenes nocturnos”. La seguridad y la
falta de control dentro de las formaciones también son quejas que se repiten.
Además de la suciedad, y el peligro de viajar con las puertas
abiertas. “No hay vigilancia dentro de las formaciones. La Gendarmería está en las
estaciones y solo interviene en caso de peleas”, denuncian.
@Benditsarmiento
también sigue creciendo. Creada hace poco más de un año, hoy tiene más de 2 mil
seguidores y 71 mil tuits que informan sobre los distintos ramales. Para ellos
las demoras, cancelaciones y la
incertidumbre encabezan las quejas. Seguidas por “el estado de las formaciones” (el
ejemplo que dan es el tren de chapa 13, que el 8 de agosto tuvo un principio de
incendio y que ellos venían denunciando) y en tercer lugar la seguridad. Pero
también reciben muchas quejas sobre la falta de inversión en los ramales a Mercedes y Lobos que, temen, puedan cerrar.
Desde Vías Sarmiento
hacen “auditorías” propias para verificar el estado de los trenes. Para ellos
las demoras también ocupan el primer lugar, seguidas por la falta de seguridad
y el estado de los coches. En la voz de los usuarios los ítems se repiten. “La
puntualidad es inexistente, la inseguridad permanente y la higiene
totalmente faltante, y los usuarios suman para que eso no cambie”, se quejó
Maximiliano Roma. Cristina Calvo resalta, además, que “también cortan el
servicio los días de semana en la hora pico de la mañana, complicando a los que
trabajan”, y dicen los tiempos de viaje se duplicaron con respecto a 20 años
atrás.
A un año y medio de
Once, también sigue presente el temor a accidentes. "Mucha gente dejó de
usar el tren por miedo o porque hay cancelaciones por problemas técnicos, y
hasta los principios de incendio no son raros o que salgan chispas de debajo
del tren", denuncian en Un Sarmientista. "Son cosas que cualquier
pasajero puede contar que vivió", lamentan.
La "revolución" que no fue y pintura que maquilla
No solo lo que
funciona mal moles- ta a los usuarios. También reclaman por las promesas
incumplidas: esas que fueron anunciadas varias veces y quedaron en la nada.
Vías Sarmiento no solo trabaja en la verificación del servicio, también
verifica el discurso oficial y chequea que se cumpla. En su último informe,
esta agrupación, que encabeza Jorge Ceballos candidato a diputado en la
Provincia por el Frente Progresista, sostiene que "el rela- to no se
condice con la realidad" y da ejemplos: por ejemplo, después de que el
ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, anunciara en enero una
"revolución" en un plazo de 60 días, solo se sumaron pantallas led
con información horaria poco precisa, pintura en estaciones y apertura de
algunos baños. Sin embargo, destaca, faltan, por ejemplo, ascensores para discapacitados.
Dentro de los vagones el cambio fue de asientos rotos por otros de colectivos.
"Pero siguen las demoras de 30 a 50 minutos en horas pico",
contrastan.
Desde @trenes_deloeste
reclaman por otras promesas: por ejemplo, el soterramiento, anunciado seis
veces en siete años y hoy detenido. "También hablaron de un tren de doble
piso cada dos meses", se quejaron.
Fuente CLARINA
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