Comentario de Paolo Menghini.
COMUNICADO LEIDO POR
EL CUMPLIMIETO DEL AÑO Y MEDIO.
COMUNICADO LEIDO AL AÑO Y MEDIO:
Desde hace dieciocho meses atravesamos un dolor
impensado, y hoy volvemos a encontrarnos creyendo como desde el primer día en
que podemos proponer, denunciar e intentar pensar entre todos que hacer para
que la pérdida de vidas tan valiosas para todos no haya sido en vano y que una
parte de ellas recupere su significado. En la intimidad, los lloramos cada día,
pero volvemos
a levantarnos, porque sabemos que es imprescindible seguir.
Esta lucha que hemos llevado mantiene la fuerza del
primer día, sostenida por todos quienes se han unido en el dolor y en la
necesidad de justicia con nosotros.
Es mucha la gente que colabora, desde los lugares
geográficos e ideológicos más disímiles. Pero todos unidos en la impostergable
necesidad de participar en un camino que es de todos. Como en el histórico acto
de hace seis meses en Plaza de Mayo, hoy nos encontramos buscando la memoria,
la verdad, y la justicia.
Mucho de lo que hemos hecho recibe el apoyo de
gente que, más allá de su rol en la sociedad, aporta todo lo que puede. Actos
como éste hubiese sido imposible sin ellos. Por eso, cuando decimos que este es
nuestro acto, no hablamos sólo de los familiares de las víctimas y de los
heridos. Cuando decimos que este es nuestro acto, quedan incluidos todos los
que están a nuestro lado, estén donde estén y voten como voten.
Hace 6 meses finalizaba la instrucción, y la causa
se encaminaba al juicio Oral.
Desde esa fecha vimos como los imputados, en su
voluntad de estirar los tiempos procesales, han presentado cuanta nulidad y
cuanta excepción, la ley les ha permitido.
Y también hemos visto como uno a uno, sus
infundados pedidos han sido rechazados.
Hemos visto como Mario Cirigliano fue sobreseído y
también hemos visto como ha vuelto a ser procesado, como es justo que lo sea,
gracias a nuestras acciones ante los Tribunales.
Hoy se encuentran imputados, procesados y elevados
a la instancia oral más de 20 empresarios entre los que los hermanos Cirigliano
representan claramente los vínculos económicos con el poder de turno. Y eso es
así porque se ha probado que nada de lo que pasó ese día pasó porque sí.
La tragedia finalmente llegó porque durante los 10
años anteriores sólo importó el dinero que se daba en subsidios sin controlar
en qué se los usaba.
Sólo importaba mostrar la tarifa fija, sin importar
la seguridad de los usuarios, y sobre todo lo único que importaba era como el
poder económico y el poder político, se asociaban y se beneficiaban con un
servicio de trenes que ignoraba al usuario, se burlaba de su seguridad, y los
llevaba inexorablemente a la tragedia.
Cinco ex funcionarios no escucharon las denuncias,
sólo escuchaban a los empresarios, sus socios. Jaime, Schiavi, Sícaro, Luna y
Ochoa Romero también están procesados. Como caras de la tragedia, pagarán sus
culpas y las de sus jefes políticos.
Estará en su conciencia contarle a la sociedad por
qué lo hicieron.
Aun están a tiempo de contar la verdad y que la
sociedad los vea hacer lo que hasta ahora nadie hizo: pedir perdón por su falta
de responsabilidad. Son los responsables irresponsables, como los llamo el
cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco.
Nos sentimos escuchados y representados por los
fallos judiciales. Tenemos diferencias, claro que las tenemos, diferencias de
tiempo y de apreciación de las conductas, pero vemos con satisfacción como los
intereses del poder ceden ante la verdad incontrastable: la corrupción ese día
no sólo se llevó dinero espurio, esta vez se llevó vidas.
Por esas vidas, por sus familiares, por los
sobrevivientes y por todos los que saben que pudieron ser ellos los que
viajaran en ese tren, no vamos a parar hasta que la sentencia los condene y
podamos decirles a todos: estos son los culpables de tanta muerte y tanto
dolor. Entonces, todos sabremos quiénes son sus cómplices y quiénes están del
lado del pueblo y la verdad.
Por eso, y porque la Justicia para ser llamada Justicia
debe llegar en tiempo y forma, le pedimos al Tribunal Oral Federal Nº 2 que no
cese en el ritmo que le imprimió a la causa, que este grupo de familias y todo
el pueblo lo acompaña, y que espera ansioso que se determine la fecha del
juicio Oral en el menor tiempo posible: Sres. Jueces: ya están claros y
expuestos los hechos y acumuladas las pruebas de la responsabilidad de los
procesados, falta saber que día la verdad y la justicia caerá sobre los
responsables y se hechará luz en el oscuro entramado que involucraba al grupo
Cirigliano y el Gobierno nacional.
Exigimos que no sean los tiempos políticos los que
marquen la agenda, sino los tiempos de la verdad y la necesidad de Justicia.
Cada día de espera, es una espina más que se clava
en cada familiar, en cada amigo de las víctimas, y en cada herido de aquel
fatídico día.
Mientras nosotros esperamos ese día, ellos están en
libertad. Pero en menos de una semana, Ricardo Jaime deberá enfrentar un
tribunal cordobés en un juicio oral por sustracción de documentación relativo a
su sospechoso enriquecimiento patrimonial. Observaremos con mucha atención ese
juicio, porque demostrará de qué manera evalúan los jurados a estos personajes.
Hace un tiempo el ex Secretario de Transportes estuvo prófugo varios días. El
país presenció estupefacto como se escondía tan bien que las fuerzas encargadas
de llevarlo a la Justicia no pudieron encontrarlo. Por esos días, el poder
político eligió no hablar de alguien que acumula varias causas por corrupción y
que fue durante seis años Secretario de Estado.
Una vez que la Cámara le otorgó la excarcelación,
Jaime eligió una radio para hablar. Textualmente dijo: “Me siento, como un
militante, parte de este proyecto nacional, y con mi voto apoyo el proyecto
nacional y popular como un ciudadano más”.
Está clarísimo que sus vínculos con el poder están
intactos. Jaime es este gobierno, y este gobierno es Jaime.
Se defienden mutuamente. Unos lo cubren con el
silencio de los cómplices, y el otro refuerza en sus propias palabras la
pertenencia a este proyecto de gobierno.
El procesado encuentra en las más altas esferas del
país a quienes lo protegen, a quienes lo hacen sentir que nunca dejo de ser uno
de ellos. Cuando desde el poder señalan “dejemos actuar a la Justicia” en
realidad están diciendo “esperamos encontrar jueces a los que podamos manejar”.
Por el contario, cuando nosotros pedimos dejar
actuar a la Justicia estamos diciendo que todos los argentinos necesitamos ver
a los responsables juzgados y condenados.
Nosotros tenemos el poder mas universal de todos,
el que nunca puede ser derrotado: la verdad irrefutable, las pruebas, y sobre
todo la fuerza propia, y las que nos llega de cada uno de quienes nos
acompañan. En estos 18 meses han intentado en vano lavar su imagen, queriendo olvidarse
que la condena social les llegó hace rato, y que el cuerpo social los repudia.
El poder que dá el voto es siempre pasajero, y
ellos parecen no darse cuenta. Eterno es nuestro dolor. También lo será nuestro
incesante caminar buscando con toda convicción la condena a los corruptos y
asesinos de escritorio que nos llevaron a la masacre de Once.
A pesar de lo intrincado de este camino judicial,
nunca dejamos de ver de qué manera se viaja en el Sarmiento. Los usuarios no
recibimos un servicio, lo padecemos. Los incidentes se repiten, y ya estamos
hartos. Nos comunicamos entre nosotros, porque sabemos que las denuncias son
olvidadas, como ya pasó.
No se paga boleto, lo cuál hace viajar a los
pasajeros sin el seguro que eso significa. Pero además, se sigue viajando como
ganado,
y el hacinamiento no ha cambiado, como tampoco la
seguridad en los viajes.
Pero vemos las fallas en todos lados. Por eso
repudiamos las acciones de los malos trabajadores, que con su inconciencia,
inoperancia y falta de respeto por la vida de los pasajeros, nos exponen a
nuevas tragedias. Es absolutamente reprochable ver a personas que tienen en sus
manos miles de vidas leyendo, hablando por teléfono celular, o dormidos
mientras manejan un tren. Eso no es un error circunstancial. Eso es no
dimensionar que con esas actitudes se esta al límite de otra masacre. Y no
podemos permitirnos nada similar.
Pero no son todos iguales. Tenemos muy en claro que
son mayoría los ferroviarios que desempeñan su trabajo con idoneidad y cuidado
por quienes se suben al tren todos los días.
Muchos nos acompañan desde hace 18 meses, y no nos
olvidamos que fueron los laburantes, como los usuarios, los que nunca se
callaron.
Pidieron controles, denunciaron el vaciamiento de
su fuente de trabajo, y avisaron que a las masacres ocurridas había que
ponerles fecha. Nunca fueron escuchados, fueron culpados sin ninguna prueba de
boicots inexistentes y por no entrar en los negociados del sindicalismo ladrón
muchos fueron perseguidos.
Así como rechazamos profundamente la manera en que
varios maquinistas expusieron a los usuarios, también repudiamos la
demonización hacia los motorman impulsada desde el Ministerio de Transporte.
Aún faltando flagrantemente a su responsabilidad, y mereciendo una sanción
ejemplificadora, y coincidiendo con ello, sus rostros debieron permanecer
ocultos.
Con esa exposición pública impulsaron una
generalización errónea. Unos días después de mostrados los videos, y tras un
descarrilamiento producto de la rotura de rieles en Once, los usuarios
increparan al conductor, olvidándose que el responsable del mantenimiento de
las vías tiene nombre y apellido. El responsable de los trabajadores, del
mantenimiento de trenes, vías, señales, y de toda la infraestructura
ferroviaria hoy se llaman Florencio Randazzo y Alejandro Ramos y antes fueron
Jaime, Schiavi y De Vido. Llamamos a los usuarios a no perder de vista esa
responsabilidad. Mostrando públicamente esos videos le dieron un nuevo elemento
a uno de los procesados para realizar otra presentación dilatoria ante la
Justicia.
Juan Pablo Schiavi, secretario de transporte el
fatídico 22 de febrero dice en un escrito presentado: “¿Porqué Córdoba no pudo
haberse quedado dormido en los instantes previos a la colisión?”
Consideramos que esto no es una casualidad. Tampoco
las declaraciones de Jaime ni las conferencias de Randazzo. Lo venimos diciendo
hace 18 meses. Son todos parte del mismo proyecto, lo dicen públicamente como
Jaime. Y si no lo dijeran, igual se notaria.
Randazzo es funcional a los procesados, ya que, al
igual que ellos, intenta instalar los inadmisibles errores de algunos
trabajadores como generadores de todos los desastres, tratando de evadir sus
roles y de hacer de la excepción, la regla.
Lo ocurrido en febrero de 2012 dejó en claro la falta
de gestión de este gobierno en materia ferroviaria. Dejó en claro un desmanejo
absoluto, una falta de interés extremo y una apatía inentendible ante la
corrupción que crecía todos los días.
Este gobierno se ufanaba, y todavía lo hace, de
pensar en todos los argentinos. En ese tren viajaban y viajan, las clases
populares a las que pertenecemos. Decían cuidarnos, decían preocuparse por
todos. Sin embargo, nos abandonaron. Antes, durante y después, nos abandonaron.
Pero dejaron crecer los patrimonios de empresarios
y funcionarios corruptos sin levantar la voz.
Dejaron pertenecer a su proyecto a sindicalistas
ladrones y asesinos condenados como Pedraza, que entraron en sus negociados de
dinero y poder olvidándose de los trabajadores representados.
Dejaron derrumbarse los talleres. Dejaron crecer
esa red nefasta que terminó envolviéndolos. Decidieron tener a su lado a Jaime,
a Schiavi, a los hermanos Cirigliano, a Pedraza, a Luna. Entre ellos y
nosotros, los eligieron a ellos.
Mientras el tren caminaba hacia el desastre,
miraban para otro lado, y los delincuentes se llenaban los bolsillos.
Entonces todos, los que estamos hoy acá, los que
nos ven o escuchan, todos, quedamos en la más tremenda indefensión. Quienes
debieron cuidarnos, porque para eso fueron votados, nos dejaron librados a la
suerte evadiendo su propia responsabilidad..
La gente de a pie vivió lo mismo que nosotros aquél
miércoles de febrero. Y sintió la misma indignación a medida que se iban
revelando los detalles del entramado que causó la masacre. Ésta expuso un
perfil del gobierno que estaba oculto, pero que existía. Vaya si existía.
Cuando nos fueron arrancados, los 52 inocentes nos
mostraron con su muerte la cara más cruel de la política. La cara que muestra a
los funcionarios hablando a las cámaras tratando de evadir sus
responsabilidades sin que se les mueva un solo músculo de la cara. Creen que la
gente es estúpida y que tiene memoria sólo para lo que le interesa al poder.
Pero vemos, sentimos y pensamos mucho más de lo que
les gustaría.
Por eso, decimos a viva voz: entre la política
corrupta que mata, y la lucha llena de verdad, dolor y dignidad de los
familiares, el pueblo nos apoya a nosotros. Y nos acompaña cada día.
En los últimos meses, varios países europeos
sufrieron tragedias ferroviarias. Francia, Suiza y España también lloran
muertos en las vías. Esta situación dió lugar a justificaciones y comparaciones
con lo sucedido en febrero de 2012, como si todas las circunstancias fuesen
iguales.
Vamos a ser muy claros: semejantes expresiones sólo
merecen ser definidas como miserables, despojadas de toda racionalidad y
respeto hacia nosotros.
Lo sucedido hace 18 meses jamás va a poder ser
justificado por ninguna tragedia sucedida en otro país.
Sostenemos, y sostendremos siempre, que los 52
fallecidos en Once son muertos causados por la falta de gestión y control de
este Gobierno. Fueron causados por la corrupción de sus funcionarios No fue un
producto de la fatalidad ni sólo del error humano, sino de esa maldita cadena
de la felicidad que los hizo sentir impunes, hasta hacernos trizas la vida.
No vamos a perdonarles nunca su inacción, ni su
abandono, ni sus frases ridículas, ni las frases dichas con la voz quebrada
para las cámaras, pero con el corazón helado para las víctimas.
Y que quede claro: no nos oponemos a las mejoras ni
a los controles. No nos oponemos a un cambio estructural en el transporte
ferroviario ni a la inversión. No nos oponemos a que el tren sea lo que los
usuarios merecen. No nos oponemos al avance tecnológico, a trenes nuevos, ni a
todos los pasos imprescindibles que eviten nuevos desastres. No nos oponemos a
talleres en condiciones.
Aunque nuestras diferencias con este gobierno sean
absolutamente irreconciliables deseamos un desarrollo ferroviario que se corresponda
con la necesidad de los pasajeros. No nos opondremos nunca a nada que
signifique una mejora.
A lo que nos oponemos es a las campañas de prensa,
a los anuncios vacíos, a la corrupción y las mentiras.
Nos oponemos a que este gobierno sostenga en el tiempo
los negociados con los Cirigliano. Nos oponemos a los intentos de
estigmatización social de los trabajadores. Nos oponemos a los que creen que
pintando vagones y poniendo plasmas se salvan vidas. La tragedia de Castelar
muestra que eso no alcanza. Y marca también que nunca fueron escucharon los
avisos después de Once. Vaya nuestro recuerdo a los fallecidos y nuestro
acompañamiento a los familiares de las víctimas y los heridos del 13 de junio
de este año.
Durante los últimos meses, y los que vendrán, los
argentinos atravesamos un período electoral. Volvemos a solicitar a todas las
fuerzas políticas que expresen su posición respecto de encontrar una política
ferroviaria que pueda superar la coyuntura de gobierno. El país necesita un
plan maestro de desarrollo en esa área. Son los legisladores quienes deben
afrontar la tarea de armar proyectos de ley e incluir en los presupuestos
anuales partidas para la mejora de los servicios. Necesitamos leyes que amparen
integralmente a los damnificados. No podemos, ni debemos, ni queremos,
quedarnos expectantes, en un limbo en el que las cosas se resuelven por
espasmos. Las obras deben ser controladas por comisiones especiales de todas
las fuerzas políticas, y no por grupos orquestados desde el Ejecutivo. Y si
algún funcionario incumple su rol incurriendo en delitos o faltas graves, la
causa que eso genere debe ser imprescriptible. Basta de funcionarios que creen
que un sillón garantiza impunidad. Desde el seno de las Cámaras del Congreso de
la Nación es de donde deben salir las leyes que muestren que son capaces de
mirar para adentro y legislar de cara a la sociedad. Nada de todo eso existe.
Por eso, como ciudadanos, le pedimos a los representantes del pueblo que
piensen en trabajar para que no haya más Once, ni Castelar, ni Flores que sean
testigos de muertes previsibles.
“En la vida hay que elegir” decía el slogan de
campaña del Frente para la Victoria para las elecciones primarias.
“En la vida hay que elegir”. Nosotros no pudimos
elegir no ser sus victimas, pero si podemos elegir que hacer con parte de este
dolor. Por eso elegimos esperar un país sin corruptos sueltos apañados por el
poder. Por eso elegimos denunciar sin miedo su corrupción y su abandono. Por
eso elegimos decir claramente que los ministros de hoy son funcionales a los
corruptos de ayer que tuvieron cargos en el Ejecutivo. Por eso elegimos pedirle
a la justicia que cite a Julio de Vido para que le explique por qué no hizo
nada ni con las denuncias ni con las multas, ni con Jaime.
“En la vida hay que elegir, claro que hay que
elegir”.
Eligieron 52 inocentes muertos en lugar de cortar
de raíz la maldita trama corrupta antes de que sucediesen las tragedias.
Nosotros elegimos la lucha, nosotros elegimos la verdad y la memoria, que son
patrimonio de cada argentino, piense como piense.
Nosotros elegimos avanzar, denunciando y
proponiendo, pero nunca quedarnos callados. Nosotros elegimos seguir, hasta ver
a todos los procesados presos.
Necesitamos que ustedes nos acompañen siempre,
porque tenemos una lucha en común, y porque todos elegimos un país digno, que
reconozca sus fallas, que busque la verdad y que honre con lucha la vida de los
inocentes muertos.
Gracias, con todo el corazón gracias, por haber
estado hoy acá, y por elegir estar de nuestro lado.
JUSTICIA PARA LOS MUERTOS Y HERIDOS DE ONCE