Buenos Aires 17 de Febrero de 2014
Señora Presidente de la Nación
Doctora Cristina Fernández de Kirchner.
De nuestra mayor consideración.
Por intermedio de la presente, los abajo firmantes, usuarios del
ferrocarril y miembros de organizaciones sociales autoconvocadas
queremos expresarle nuestras preocupaciones y propuestas con relación a
la crisis de los servicios ferroviarios de pasajeros del Área
Metropolitana de Buenos Aires. Encuadrados en el hecho que el transporte
público es un derecho constitucional que debe ser garantizado por el
Estado, hemos realizado los primeros controles de usuarios y
ferroviarios para tratar de tener un diagnostico actual y real de la
situación de nuestros trenes que le adjuntamos.
Constatamos a
diario, la reiteración de innumerables fallas y accidentes en todas las
líneas (incendios reiterados, descarrilamientos, un sistema de señales y
cambios ineficiente obsoleto), así como los retrasos, suspensiones
cuando no, interrupción diaria de servicios. Estos problemas no son obra
de la casualidad, sino consecuencia de las políticas públicas que
privilegiaron los beneficios empresariales desde la adopción del sistema
de gestión con concesionarias privadas hasta la fecha han llevado al
ferrocarril a niveles inéditos de deterioro y destrucción que padecemos a
diario. Es evidente la falta de mantenimiento de las formaciones, el
deterioro de la infraestructura ferroviaria, y el deficiente
funcionamiento de los servicios ferroviarios, a pesar de los millonarios
subsidios que bajo diversas modalidades hemos pagado como pueblo a las
concesionarias privadas.
En vísperas del recordatorio, de la
tragedia de Once que arrojó como saldo de 52 muertos y 600 heridos, y de
la secuela de numerosos casos similares con y sin víctimas fatales,
constatamos que ante cada siniestro, cobra mayor claridad una y otra
vez, la trama de negociados entre empresas concesionarias, terciarizadas
y burócratas sindicales amparados por un estado cómplice que no
resuelve una intervención decidida en asumir la dirección, la
planificación, el control y regulación de este servicio público.
Ante los notorios incumplimientos de los contratos por parte de las
concesionarias, las protestas de los usuarios pero por sobre todo luego
de la masacre de Once se tomó la decisión de rescindir algunas
concesiones, aunque se mantuvo el gerenciamiento privatista en la
operatoria del servicio con concesionarias que han demostrado su
ineficiencia y desidia en la prestación del servicio ferroviario. La
falta de regulación y controles por parte del estado, permitió la
continuidad de los negociados privados a costa del erario público.
Pese a algunos anuncios oficiales que ilustraban la intención de
mejorar el servicio y hasta la eventualidad de la recuperación del mismo
por parte del estado, con el dictado de la Resolución N° 41/2012 (BO
12-02-14) vuelve a reiterarse la lógica privatista en la gestión del
servicio ferroviario. La nueva norma re concesiona ramales con la
suscripción de nuevos acuerdos con operadores como Ferrovías y
Metrovías, ambos controladas por grupos económicos (Roggio y Emepa)
ampliamente representativos de la ´Patria contratista” en nuestro país,
con lo cual se insiste en mantener un modelo de gestión que ha dado
sobradas muestras de fracaso.
Habiendo agotado todas las
instancias previas posibles para solicitar la mejora de las prestaciones
del servicio ferroviario, todo ello en tiempo y forma y no habiendo
obtenido a la fecha respuestas satisfactorias de parte de los
concesionarios privados ni del Estado, le solicitamos tenga a bien:
1- Proceder a la inmediata quita de las concesiones ferroviarias
privadas interurbanas y de carga. Esto abarca en el área metropolitana a
las concesionarias Metrovías y Ferrovías (prestadoras directas de los
servicios ferroviarios de las líneas Urquiza y Belgrano Norte, sus
negocios colaterales, talleres internos, talleres externos y áreas
operativas, todas ellas otorgadas oportunamente en el marco de la Ley
23.696 de Reforma del Estado). La rescisión de las concesionarias del
transporte de carga otorgada a grandes grupos económicos nacionales y
trasnacionales, sin el cual el servicio general no resulta rentable.
2- Arbitrar los medios conducentes para recuperar, bajo gestión de los
trabajadores, las empresas y talleres ferroviarios que producían
material rodante y diversos componentes para el mantenimiento de
formaciones y del servicio, lo cual redundará en la recomposición de la
industria ferroviaria en nuestro país. Hoy la mayor parte de estas
unidades productivas se encuentran en manos de las concesionarias
privadas con lo cual se mantiene una de las principales fuentes de
corrupción al permitir la sobrefacturación del material diferido a
reparar nacional e importado.
3- Que el estado reasuma la totalidad
de los servicios ferroviarios, dentro de un marco normativo que incluya
el control la gestión de los trabajadores y usuarios y el control
social de la comunidad toda.
4- Derogar el decreto 2075/02 que
estableció la emergencia ferroviaria. Arbitrar todos los medios a su
alcance para la inmediata normalización de los servicios ferroviarios
del Área Metropolitana mediante un programa de emergencia de obras,
prestaciones e inversiones que otorgue las correctas garantías de
seguridad, regularidad y confort según lo establecido por la Ley 2.873
General de Ferrocarriles y sus normas complementarias.
5- Iniciar
inmediatamente la elaboración de un Plan Nacional de Transporte
Ferroviario con amplia participación popular, y en particular de los
trabajadores y usuarios. Esto tiene como finalidad principal, terminar
con las actuales situaciones de improvisación técnica y discrecionalidad
administrativa que han afectado muy seriamente a los servicios,
llevándolos a situaciones extremas de precariedad y riesgo. Todo esto,
entendemos, se ha reflejado claramente en los recientes accidentes de
Flores, Once y Castelar. Existe todavía en nuestro pueblo muchos
ferroviarios en actividad y que fueran cesanteados por las políticas
privatistas que pueden aportar su experiencia y conocimientos en el
desarrollo de otro tipo de gestión pública de los ferrocarriles
6-
Colaborar, ampliar y acelerar los procesos judiciales en curso derivados
de la Tragedia de Once. Realizar una debida investigación
administrativa de las actividades de las empresas Metropolitano, Trenes
de Buenos Aires, Ferrovías y Metrovías para determinar las causas y las
responsabilidades de la pésima calidad de los servicios que se han
prolongado por más de 10 años y que se proceda judicialmente con los
responsables de la misma si correspondiese. Realizar una debida
investigación de las actividades de los Ministerios de Planificación
Federal y del Interior y Transporte, así como de sus respectivas
Secretarías de Transportes y de la Comisión Nacional de Regulación del
Transporte para determinar las causas y las responsabilidades de la
excesiva tolerancia de estos organismos que derivó en la pésima calidad
de los servicios que son motivo de este reclamo, al menos, desde el
inicio de las actuales administraciones y que se proceda judicialmente
con los responsables de permitir el actual estado de cosas si
correspondiese.
7- Brindar asistencia con políticas públicas
específicas a los familiares de las víctimas fatales de tragedias
largamente anunciadas y no escuchadas oportunamente por diversas
autoridades nacionales.
8- Normalizar el funcionamiento de la
Comisión Nacional de Regulación del Transporte. Asegurar una mayor
transparencia institucional, promoviendo además, los ajustes necesarios
para que este organismo contemple la participación activa de los
usuarios y los trabajadores en el proceso de regulación y control del
servicio ferroviario.
9- Realizar una Audiencia Pública, en el marco
del Decreto PEN Nº 1172/2004 que establece los criterios de Acceso a la
Información Pública, Reglamentación de Audiencias, Gestión de Intereses
y Elaboración participativa de normas, para que los usuarios puedan
informarse y a la vez presentar sus reclamos y propuestas. Reclamamos a
las Autoridades de Aplicación nos informen sobre las acciones
realizadas, actuales y proyectadas y a las acciones tendientes a
asegurar el servicio público del ferrocarril en condiciones dignas y
seguras, para que las autoridades de aplicación en la gestión y
regulación del servicio público, informen sobre los planes de
contingencia de corto plazo para atender un adecuado funcionamiento del
servicio ferroviario y sobre los planes de mediano y largo plazo de
mejoras, renovación y modernización del ferrocarril.
La
presente solicitud, se fundamenta en una serie de acciones previas que
abarcan relevamientos, petitorios, consultas técnicas y legales a
profesionales y trabajadores y a un exhaustivo trabajo de
concientización que algunos de nosotros hemos realizado por un lapso de
más de 8 años (algunas de estas acciones, las más recientes, se adjuntan
como anexos).
Durante muchos años hemos dicho y repetido
hasta el cansancio que son necesarios cambios profundos que prevengan
las tragedias y los padecimientos diarios de miles de personas. En todo
ese tiempo exigimos que este Gobierno haga lo que no hizo por decisión
propia en los 10 años anteriores y que a la luz de los hechos sigue sin
hacer. Víctimas, usuarios y trabajadores advertimos muy firmemente que
lo hecho es muchísimo menos de lo anunciado y que no alcanza. La
realidad nos da la razón todos los días.
El modelo privatista
de concesiones privadas fracasó, y no podemos seguir aceptando su
continuidad bajo otros ropajes, precisamos definir una política
ferroviaria como servicio público acordada con la comunidad, que innove
en un nuevo tipo de gestión con el protagonismo decisivo de trabajadores
y usuarios
Fuente: Usuarios Organisados del Sarmiento
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