La licitación del nuevo “sistema de señalamiento y detección automática de
trenes” de la línea Sarmiento se topó con un serio escollo económico que podría
sumar otra demora a la ejecución de la obra clave que hubiera podido evitar las tragedias de
Once y Castelar.
En la apertura de ofertas realizadas en la Casa Rosada, el Gobierno recibió
dos propuestas económicas que superan ampliamente el presupuesto
oficial y ahora no descarta dar de baja el
proceso licitatorio y salir a contratar la obra en forma directa.
Tras varios meses de
demora, ayer la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) –que
depende del ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo– procedió a
abrir los sobres económicos de los dos competidores que quedaron en carrera para
instalar el nuevo sistema de señalamiento.
En medio de la sorpresa y desazón de los funcionarios, las ofertas que fueron entre un 37% y 43% más caras que el precio de referencia de la obra
que había sido fijado en $ 654 millones.
El consorcio integrado
por la constructora local Roggio y la francesa Thales cotizó $ 899 millones sin
IVA. En tanto, el otro consorcio interesado conformado por la local EMEPA y el
grupo frances Alstom pasó un precio de $ 997 millones sin IVA.
Si bien la comisión evaluadora de la ADIF se tomará ahora unos días para
analizar las propuestas, en el área de Transporte ya tendrían previsto dar por caída la licitación por las ofertas excesivas e implementar de inmediato un “plan B” de
contratación directa de las obras.
Tal como anticipó Clarín ayer, el camino que
seguiría la cartera de Randazzo consiste en priorizar la instalación de un
“mecanismo automático” de detección trenes yrelegar la modernización
integral del sistema de señalamiento.
En las últimas
semanas, los funcionarios ya habrían recibido en forma extraoficial tres
propuestas de “protección automática” para evitar las colisiones de trenes por
error de los maquinistas y violación de señales.
Una de ellas es de una
compañía inglesa para colocar un mecanismo simple de “Stop-Tren” como el que
existen en varias líneas de Gran Bretaña.
Otra proviene de
firmas locales para instalar un equipamiento de detección de formaciones
similar al de la línea H de subtes.
Y la tercera opción,
es una oferta de la compañía china CRSR. Esta compañía –que proveyó los
señalamientos de todas las líneas de alta velocidad de China– habría presentado
dos variantes: un mecanismo de detección automática que estaría operativo en
pocos meses y un sistema integral de señalamiento que demandaría casi dos años
de trabajos.
En cualquier caso, la
contratación se haría en forma directa y sin licitación.
Desde 2003 hasta
ahora, la administración kirchnerista llevó adelante dos procesos licitatorios
para modernizar el señalamiento del Sarmiento que tiene más de 60 años de
antigüedad.
La primera licitación
estuvo a cargo del polémico Ricardo Jaime. En 2006, le adjudicó el proyecto en
$ 291 millones a un consorcio liderado por Siemens que sólo ejecutó un 4% del
contrato. De haberse cumplido los plazos, el Sarmiento hubiera podido contar
con un nuevo sistema de señalamiento a mediados de 2011.
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